jueves, 16 de junio de 2011

Señor Ministro de Educación, con todo respeto





2 comentarios:

Margaret dijo...

Muy buenas las tomas Enrique! Y veo que el público se puso creativo para la ocasión!

Anónimo dijo...

Insisto en que esta Política de las imágenes que está desarrollando el blog es potentísima. La imagen fotográfica muestra que ocasiones como las de ayer, son precisamente un desfile de imágenes que contravienen el sinsentido profundo de la educación contemporánea. Varios foros interesantes con actores sociales acá en la FACSO de la U. de Chile, han reitereado la idea de una crisis de sentido en torno a la educación. Me cuadro completamente con la idea, pero aun existe una concepción tradicional del sentido como algo que "debería" estar al origen o en el porvenir de un proceso colectivo. La política de las imágenes muestra que el sentido es hoy, pero no un hoy inmediatista y desmemoriado, sino un hoy que traslapa los tiempos para poder de verdad SENTIRLOS. Sí,el problema es que mucha vida se nos pasa sin sentirla, y la educación del modelo es estratégica para que eso ocurra sin mayores exabruptos políticos: es una larga moratoria para el sinsentido, en la que -como dice nuestro amigo Juan Miguel Chávez- unos hacen como que aprenden, mientras otros hacen como que enseñan.
Las imágenes no detienen el tiempo, más bien lo precipitan y nos hacen aformtar nuestras contradicciones. Ayer me emocione varias veces con performances bastanete sofisticadas desde el punto de vista de las acciones colectivas: la pnacarta hecha de puros sostenes de las estudiantes del Carmela, los pasacalles, los muñecos gigantes; pero debo confesar que para mí también resultó toda una imagen la de unos niñitos esmirriados, con los pantalones rotos de verdad y no como los rompe mi hijo con las tijeras de la nana, apedreando a un zorrillo sin fuerza posible (por los gases y por la historia) y gritando ¡Sin Dios,... Ni ley,... avanza guachuneil!
Ojalá se puediera: leer eso de la violencia mitica y la violencia divina, pero sin tener que ir a Benjamin, sino a esta proliferación de imágenes a las que nos viene invitando el blog. Fraternalmente,
miguel

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