jueves, 30 de diciembre de 2010

Interés público e interés privado

Daniel Casanova

Los rectores de las Universidades Privadas sin aporte estatal directo han levantado su voz por el diferencial de 5 horas en que recibirán los resultados de la PSU en relación a las Universidades del Consejo de Rectores (El Mercurio, 30 de diciembre de 2011). Estas recibirían los resultados a las 00:00 hrs. del 3 de enero y aquellas a las 5 de la mañana. Estos rectores -entre los que se cuenta el de la Universidad Mayor- señalan que se trata de la retención y uso privilegiado de una información de interés público imposible de justificar.
Como es frecuente en el empresariado chileno, parece que los rectores recurren a la ilegítima triquiñuela de presentar su propio (y legítimo) interés privado con el interés público. Veamos.
A las 00:00 hrs. del 3 de enero las universidades del CRUCH no reciben los puntajes sino que los liberan a los interesados. Luego, no existe tal retención de información por 5 horas, puesto que ya a las 00:00 hrs la información es pública y conocida por sus destinatarios, que son los postulantes y sus familias. De esta manera, el interés público esgrimido por los rectores se encuentra satisfecho y a las 00:01 de 3 de enero ellos pueden empezar a matricular a los alumnos de su interés, cosa que no pueden hacer las universidades del CRUCH.
Por otra parte, las universidades privadas compran el archivo y, en efecto, lo reciben 5 horas más tarde que las del CRUCH. Lo usan para captar matrícula mediante ofertones, no para informar a los postulantes y sus familias, ni para hacer estudios académicos. En una palabra, el recibir el archivo es de interés privado y, en este caso, es el CRUCH el dueño de una información que ya es pública y es su decisión entregarla y en que condiciones a los intereses privados que compiten con sus propios intereses privados.
Hay que recordar que el sistema de admisión del Consejo de Rectores (primero con la PAA y luego la PSU) fue un diseño de la Universidad de Chile, para la selección de sus alumnos, que esta casa de estudios puso a disposición del resto de las universidades hace 43 años, con lo que se conformó un sistema integrado de selección y matrícula que hoy alcanza a 25 universidades y que tienen reglas de funcionamiento consensuadas. Bastaría que los rectores de las universidades privadas estuvieran dispuestos a aceptar esas reglas, para que comenzarán a recibir el archivo simultáneamente. Les aconsejo que primero se informen de esas normas que regulan el sistema y que obligan a las universidades del CRUCH a comenzar a matricular el 13 de enero, en vez del 3 de enero que lo harán las privadas.
Por último, ¿no es acaso de interés público también las cuentas y balances de las universidades privadas "sin fines de lucro"? ¿no sería bueno para el interés nacional conocer los subsidios estatales ocultos que tienen vía exenciones tributarias "por no tener fines de lucro"? ¿no es acaso de interés público la información del personal académico que la Universidad Mayor se negó a entregar al Sistema de Información de la Educación Superior (SIES) pese a que la Ley la obliga?

miércoles, 22 de diciembre de 2010

La implacable consecuencia de la derecha

Ayer martes 21 de diciembre, José Valente, un conocido colaborador de Piñera, escribió un blog del Mercurio titulado: "La gran traición".
Más allá de su precariedad estilística e incluso de lenguaje, en él despacha una acusación probablemente verdadera, aunque por razones distintas a las expresadas.
Resumido de manera un poco tosca, señala que la Concertación habría traicionado a los jóvenes más pobres por su irreductible tozudez, por negarle las posibilidades de movilidad social a través del trabajo.
Las estadísticas lo avalan: el 60% de los delitos son cometidos por menores de 25 años. La razón es simple. Son excluidos, viven en poblaciones, sin posibilidades de proyectarse más allá de su propio y precario entorno. Y ¿por qué? Porque no consiguen trabajo.
¿Cuál es la solución? Simple: permitir que sean contratados por un salario inferior al mínimo. De ese modo es posible abrirles las puertas al ancho mundo laboral que los espera. Para no pecar de falso testimonio, prefiero copiar las razones expresadas por el propio columnista:

"En el caso de estos jóvenes les impiden trabajar, ya sea por las restricciones que se imponen al trabajo juvenil o a que los dirigentes acuerdan que nadie puede, aunque quiera, trabajar por un salario inferior a un mínimo preestablecido, que es ciertamente bastante bajo para las necesidades de un jefe de familia, pero que puede ser más que atractivo para algunos jóvenes de escasos recursos, poca educación y que viven con sus padres".

A juicio del columnista, son éstas las razones que permiten acusar a la Concertación de traidora. Porque se negó a fomentar lo que fue su fundamento: promover la movilidad social
Esta argumentación es simplemente notable. Revela, en primer lugar, que la derecha no tiene límites en su afán de conseguir mano de obra barata. Al punto que le parece que prohibir el trabajo juvenil va en detrimento de los propios jóvenes (como si no existiera, por ejemplo, la posibilidad de ofrecer opciones educativas). De ahí a autorizar el trabajo infantil no hay mucha distancia (seguramente pertenece al mismo grupo que piensa que el trabajo infantil es bueno, ya que con sus manos más pequeñas los niños pueden lograr mejores terminaciones en los productos que fabrican).
Segundo, porque considera que el trabajo no debe remunerase en sí mismo, sino por las obligaciones personales de quien trabaja. Quien es casado y con hijos debe ganar más y a la inversa. Me pregunto si este mismo argumento tendrá valor para sus propios hijos. Es decir, ¿si estos provienen de un familia adinerada, que le puede proveer de todo lo que necesitan, para qué ganar más de 150.000 pesos mensuales?
José Valente (dicho sea de paso, firma, como corresponde a su alcurnia, como José Ramón: es de rotos llamarse sólo José) se equivoca en dos sentidos. Efectivamente la Concertación traicionó en parte las aspiraciones de quienes la apoyamos. Pero no en el que señala, sino en algunos mucho peores.
Pero fomentar el trabajo juvenil subremunerado no tiene nada que ver con movilidad social, sino sólo con aumentar la mano de obra barata, desechable y el fomento amplio de la precariedad laboral.
O ¿cuánto tiempo cree José Ramón que será necesario para que muchos empresarios descubran que es más rentable contratar a jóvenes a bajo costo que obreros a sueldo mínimo?

lunes, 13 de diciembre de 2010

Violencia, corrupción y otras yerbas

Producto del lamentable incendio de la cárcel de San Miguel, en que más de 80 presos murieron calcinados o asfixiados, el "gobierno de excelencia" descubrió una serie de situaciones sociales novedosas.
La primera fue la dramática condición del sistema carcelario chileno. Hacinamiento, violencia y otra serie de amargos problemas fueron exhibidos como recién descubiertos y heredados de los años de la Concertación. Como si la derecha durante todo ese tiempo hubiera estado ajena al poder y a lo que le rodeaba.
Otro descubrimiento notable fue que en las poblaciones existe una cultura de la delincuencia, que se hace pública en situaciones como ésta y se expresa en diversos rituales. Autos corriendo a toda velocidad con tipos semidesnudos asomados por las ventanas, muchachos saltando sobre los techos de los buses y autos, otros disparando al aire cuando pasan con el ataúd frente a la cárcel. Sorprendente para el nuevo gobierno. Tal vez valdría la pena que se preguntaran también por la relación que existe entre esa cultura y las décadas de postergación y exclusión de un número nada despreciable de compatriotas que vive desterrados en los suburbios de las ciudades.
"La guinda de la torta" fue el descubrimiento de corrupción en gendarmería. Los presos tenían alcohol, cigarrillos, armas, teléfonos celulares y quizá cuanta otra cosa prohibida. Con un despliegue mediático inaudito hoy dieron de baja a 5 gendarmes por corrupción. ¿Es que acaso el nuevo gobierno no sabe de la difusa frontera que existe entre vigilantes y vigilados? ¿qué en la situación penitenciaria actual ambos dependen de la buena voluntad del otro?
Por último descubrió que en los módulos de la cárcel incendiada cohabitaban presos de diversas peligrosidades y tipos. Que producto de la escasez de espacio y la desorganización del sistema los mezclan a todos provocando que en el mismo módulo en que murieron quemados reos de alta peligrosidad, también lo hiciera uno que estaba detenido por ebriedad y otro por vender discos piratas.
Más allá de los avances que el nuevo gobierno está haciendo en entender el Chile de los excluidos, cuando pienso en el caso del reo que murió quemado por vender discos piratas, no puedo dejar de recordar lo anunciado el lunes por el Servicio Nacional del Consumidor. Con aires cancheros de triunfador el Director informó que había logrado acordar con las grandes casas comerciales chilenas que éstas eliminarían "algunas" de las cláusulas abusivas que incluyen en los contratos. En adjetivo "abusivas" es el que el propio SERNAC le da a cierta prácticas rayanas en la ilegalidad. Orgulloso de su sentido práctico el director agregó que si ello se resolviera por la vía de los tribunales el trámite podría demorar un par de años, y como de lo que se trata es de beneficiar al consumidor, es preferible eliminar, al menos, un par de los abusos existentes.
Dicho sea de paso, las grandes casas comerciales (retail) son hoy uno de los rubros económicos más lucrativos de Chile y uno de los que mayores ingresos genera.
Cuando se compara esta situación con la del fallecido vendedor callejero se me viene a la memoria lo que me contó hace un tiempo un querido amigo. En una visita que hizo a la cárcel vio al entrar un letrero escrito por los propios reos que decía: "aquí estamos los que robamos poco".