"Como las prestigiosas universidades de Princeton, Johns Hopkins, Cornell y Columbia, también la Universidad Mayor acreditó su calidad en Estados Unidos".
Así repite incansablemente una publicidad radial desde que el 24 de junio recién pasado dicha universidad recibiera la mentada certificación.
Este aviso ha sido sólo parte de una enorme campaña publicitaria que intenta diferenciar a la Universidad Mayor de las instituciones nacionales, poniéndola aparentemente en las ligas internacionales de la educación superior.
Si bien es cierto que un esfuerzo como éste sólo puede ser felicitado, no es menos cierto que sería deseable una precisión un poco mayor por parte de la propia universidad.
La "Middle States Commission on Higher Education" es la comisión de acreditación más antigua de Estados Unidos, funciona desde 1919, y efectivamente acredita a prestigiosas universidades en todo el mundo.
Para hacerlo, sin embargo, utiliza como base la clasificación de instituciones de educación superior que desarrolló la Fundación Carnegie a comienzos de la década del 70 y que ha ido actualizando permanentemente. Dicha clasificación no busca establecer un ranking, sino sólo determinar categorías de universidades a fin de hacerlas comparables entre sí. Aunque en la práctica es inevitable que opere como tal, a mucho pesar de la propia Fundación.
La clasificación (incluido el item "no clasificadas") tiene un total de 34 categorías, que van desde las grandes universidades de investigación, pasando por otras especializadas en algunas áreas, instituciones tribales, hasta las universidades o colleges rurales.
La Universidad Mayor cabe dentro del grupo "Master's - Smaller Programs", junto a otras 128 instituciones de las más de 4.390 que tiene el sistema norteamericano. Para ser más precisos, es una de las 83 en esta categoría, que corresponde a instituciones privadas sin fines de lucro (junto a 32 públicas y 13 privadas con fines de lucro).
En esta categoría se ubican las universidades o colleges que no entregan grados de doctor (o lo hacen en una medida no relevante) y que, por lo mismo, tampoco tienen investigación de peso. Son instituciones (postbachillerato) que en un período de dos años entregan menos de 99 grados de magíster.
En síntesis, no se trata de desmerecer el logro de la Universidad Mayor, sino de ponerlo en la perspectiva que corresponde.
Las Universidades de Princeton, Johns Hopkins, Cornell y Columbia, corresponden todas a lo que la clasificación Carnegie denomina "Doctorate-granting Universities" (Very High Research Activity), ubicándose en la cúspide del trabajo académico mundial (salvo que la publicidad se refiera al Columbia College, que sí se ubica en la misma categoría).
Nuestra criolla institución se compara con la Bayamon Central University, Caldwell College, Neumann University o el Utica College, por mencionar algunas de las (desconocidas) instituciones acreditadas por la misma agencia en esa categoría.
En algo sí aciertan en la comparación: se ubican entre las universidades privadas sin fines de lucro. Aunque - pensándolo mejor - tal vez ésta sea también una pregunta abierta en el caso de la Universidad Mayor.
Así repite incansablemente una publicidad radial desde que el 24 de junio recién pasado dicha universidad recibiera la mentada certificación.
Este aviso ha sido sólo parte de una enorme campaña publicitaria que intenta diferenciar a la Universidad Mayor de las instituciones nacionales, poniéndola aparentemente en las ligas internacionales de la educación superior.
Si bien es cierto que un esfuerzo como éste sólo puede ser felicitado, no es menos cierto que sería deseable una precisión un poco mayor por parte de la propia universidad.
La "Middle States Commission on Higher Education" es la comisión de acreditación más antigua de Estados Unidos, funciona desde 1919, y efectivamente acredita a prestigiosas universidades en todo el mundo.
Para hacerlo, sin embargo, utiliza como base la clasificación de instituciones de educación superior que desarrolló la Fundación Carnegie a comienzos de la década del 70 y que ha ido actualizando permanentemente. Dicha clasificación no busca establecer un ranking, sino sólo determinar categorías de universidades a fin de hacerlas comparables entre sí. Aunque en la práctica es inevitable que opere como tal, a mucho pesar de la propia Fundación.
La clasificación (incluido el item "no clasificadas") tiene un total de 34 categorías, que van desde las grandes universidades de investigación, pasando por otras especializadas en algunas áreas, instituciones tribales, hasta las universidades o colleges rurales.
La Universidad Mayor cabe dentro del grupo "Master's - Smaller Programs", junto a otras 128 instituciones de las más de 4.390 que tiene el sistema norteamericano. Para ser más precisos, es una de las 83 en esta categoría, que corresponde a instituciones privadas sin fines de lucro (junto a 32 públicas y 13 privadas con fines de lucro).
En esta categoría se ubican las universidades o colleges que no entregan grados de doctor (o lo hacen en una medida no relevante) y que, por lo mismo, tampoco tienen investigación de peso. Son instituciones (postbachillerato) que en un período de dos años entregan menos de 99 grados de magíster.
En síntesis, no se trata de desmerecer el logro de la Universidad Mayor, sino de ponerlo en la perspectiva que corresponde.
Las Universidades de Princeton, Johns Hopkins, Cornell y Columbia, corresponden todas a lo que la clasificación Carnegie denomina "Doctorate-granting Universities" (Very High Research Activity), ubicándose en la cúspide del trabajo académico mundial (salvo que la publicidad se refiera al Columbia College, que sí se ubica en la misma categoría).
Nuestra criolla institución se compara con la Bayamon Central University, Caldwell College, Neumann University o el Utica College, por mencionar algunas de las (desconocidas) instituciones acreditadas por la misma agencia en esa categoría.
En algo sí aciertan en la comparación: se ubican entre las universidades privadas sin fines de lucro. Aunque - pensándolo mejor - tal vez ésta sea también una pregunta abierta en el caso de la Universidad Mayor.
1 comentario:
¿y quièn nos defiende de la publicidad engañosa?
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