sábado, 6 de marzo de 2010

Terremoto, imagen país y sociedad

Por Felipe Rivera


Con inquietud observo los acontecimientos desde el 27 de febrero hasta ahora. Nuestra sociedad ya no es la misma de hace 25 años atrás. Fuimos, frente a las catástrofes, más unidos como país y menos presumidos como personas.

Con desesperanza podemos observar que mientras se derrumbó el único aeropuerto internacional, se ha evitado tomar medidas “tercermundistas” como podría ser lanzar en aviones hacia los lugares más afectados alimento y agua. “No vaya a ser cosa que se nos confunda con un país subdesarrollado”.

Con desilusión podemos ver que nuestros medios de comunicación no logran esclarecer situaciones de catástrofe y dejan sin sentido lo relevante, mientras hacen eco de lo irrelevante hasta hacerlo morboso.

Lamentable nuestra incapacidad para poner en alerta a nuestras costas. No contamos con las herramientas estratégicas para mantener comunicado a nuestro país. Especial revisión merecen el cumplimento de las Normas de Construcción. No podemos considerarnos un país estratégicamente seguro, cuando dependemos de una sola vía de interconexión, a cargo de concesionarias sin experiencia en países sísmicos.

Mientras empezamos a recibir ayuda internacional y somos visitados por Presidentes de países vecinos y amigos, los albergues y hospitales no tienen un trato igualitario para migrantes residentes en Chile quienes se han visto igualmente damnificados.

Sobretodo tendremos que revisar nuestros cimientos sociales.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me siento identificada con aquello de cuestionar "nuestros cimientos sociales". ¿Qué pasa en Chile. ¿Acaso se explica esto al decir que las personas con estrés actúan desesperadamente y sin conciencia? ¿Qué pasa con los medios de información? ¿Qué nos pasó? Estamos con dolor al ver las pérdidas humanas y las pérdidas materiales sobre todo de aquellos que han hecho una vida para poder tenerlos. Duele también ver cómo Chile se desbocó. No niego la solidaridad que existe, pero igual duele este tsunami cultural y social que está marcado por el exceso y por el individualismo. Por un egoísmo feroz. Virginia

Anónimo dijo...

Sí no nos vayan a confundir con un país subdesarrollado...y mientras saqueaban, incendiaban y no era posible reestablecer los
servicios básicos porque las camionetas eran amenzadas, el Sr. Intendente de la octava región llamaba a la cordura porque Chile es diferente decía. Seguro él y todas las autoridades estaban con resguardo policial, el resto de los ciudadanos no merecíamos el mismo trato...
Las autoridades nos trataron como verdaderos animales, dejaron niños desnudos, ancianos botados, una ciudad llena de pánico.
Pero claro, en Santiago no se trabaja los fines de semana. Cómo pudimos tener un terremoto un sábado en la madrugada! Cómo no pensar en los horarios de trabajo de nuestras autoridades!

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