Antonio Varas responde a Pablo Longueira
Por Omar Saavedra Santis
“Lamento que ante la
Cámara se hayan pronunciado las palabras de exclusión al estranjero que se
acaban de oir, tanto más cuando por el curso en que va la humanidad, todos los
países del mundo han de venir algún día no lejano a ser los miembros de una gran
familia i en que la palabra Estranjero ha
de ser borrada de la fraternidad universal. Siento que haya vertido un sujeto
ilustrado como el señor diputado esas palabras de mezquindad contra el estranjero
que sólo se oyen actualmente entre los pueblos salvajes. Se dice que los estranjeros
desdeñan, desprecian el hacerse ciudadanos de Chile, porque conservan
constantemente el ánimo de volver a su patria. ¿Cuál es el hombre, ¡qué digo! cuál
es el chileno que por mucho tiempo que resida lejos de su patria, deje de
suspirar por volver a ella aunque se halle disfrutando de una fortuna
envidiable en el país que le da hospitalidad? ¿I por qué exijiremos del estranjero
industrioso que viene a ayudarnos i enseñarnos, que renuncie enteramente a su
propia patria, cuando nunca el chileno sería capaz de hacer lo mismo? ¿Acaso
porque no abandona nunca el estranjero la esperanza de volver al país de sus
más caras afecciones, deja de tener vínculos con su patria adoptiva i de
desearle toda prosperidad? ¿I por qué exijirle tanto, señor? ¿No hace ya lo
bastante el estranjero con traernos su industria, su intelijencia, su
laboriosidad, a los cuales debemos no pocos bienes? Sepamos tener más
reconocimiento, hacer más justicia a los estranjeros, seamos ilustrados para no
tener hacia el estranjero esa prevención de espíritus atrasados que los
repulsa.
¡Pero decir que
justamente en la mayor capacidad del estranjero está el mal!
No creo que estas
palabras que se acaban de oir sean el eco del país, sino el eco aislado del
señor diputado.
Protesto, señor, contra
ese espíritu de malevolencia contra el estranjero, ese espíritu estrecho i
malentendido de nacionalidad, contra el cual protesta también la civilización,
que procura hacer de la humanidad una sola familia.”
***
(El
anterior fue el discurso de Antonio Varas, pronunciado en 1855 en la Cámara de
Diputados en contra de un diputado que exigía mayores restricciones y
prohibiciones a los ciudadanos extranjeros residentes en Chile. Publicada por
Vicente Pérez Rosales en “La Época”, el 6 de junio de 1886.)
1 comentario:
Increíble encuentro!, si en esa época se calificó de "espíritu atrasado", han pasado 127 años y aun aparecen espítus estrechos.
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